5 Cosas que debes saber si quieres estudiar un grado en EEUU

Cuando uno piensa en estudiar en EEUU se le viene a la cabeza una de esas icónica imágenes universitarias, en la que todo es verde, los profesores son muy atentos, se juega mucho deporte y hay mucha diversión. Parece una película, pero la verdad es que la universidad americana tiene mucho que ofrecer; no sólo académicamente, donde son pioneros sin ninguna duda, sino también como una experiencia holística. En un college estadounidense, no solo se estudia (y mucho) sino que se forma parte de una rica comunidad en la que no faltan oportunidades para explorar todas las inquietudes de los alumnos, tanto dentro como fuera de las aulas. Generalmente, los estudiantes viven “on campus”, lo que les permite estar conectados a su comunidad y con directo acceso a todo tipo de recursos las 24 horas del día. De hecho, muchas universidades tienen bibliotecas que no cierran nunca, como Lamont Library, en Harvard University, ¡qué gozada!

Con una filosofía tan diferente en lo que se refiere a la experiencia universitaria, no es raro que su sistema de acceso y selección sea también un tanto peculiar, sobre todo comparado con el sistema europeo. Un estudiante que desea cursar estudios de grado en una institución americana, ha de tener no solo buenas notas, sino un conjunto de cualidades personales que lo completen como individuo; también cierta afinidad al estilo de la institución a la que solicita acceso. Y es que, con más de 4000 universidades y colleges, se puede uno imaginar que los estilos varían y podemos encontrar todo tipo de instituciones: desde las militares, las de mujeres, las religiosas, las más liberales, las conservadoras, las de ciencias, las de artes, en ciudades, en zonas rurales, en la playa, en la montaña, la lista podría seguir hasta casi el infinito.

Así que si tu interés es estudiar una carrera en EEUU, toma nota porque en este post vamos a desgranar todos los pasos y aspectos que has de tener en cuenta.

1. Las Universidades

Con más de 4000 instituciones, como acabamos de mencionar, podemos encontrarnos desde los típicos liberal arts colleges, como Williams, Pomona o Macalester College; las grandes universidades, tipo UCLA, University of Florida o NYU; los institutos tecnológicos, como MIT, Rochester Institute of Technology, CalTech o Georgia Tech; y hasta las instituciones con orientaciones específicas: colleges para mujeres, los historically black colleges and universities (HBCU), los religiosos o incluso los militares.

Al margen del tipo de institución, en cuanto a la ubicación, tamaño o estilo, hay variedad para todos los gustos. Desde los que están en grandes urbes, hasta los que se encuentran en remotos parajes, los que son alternativos, los que tienen un enfoque en las artes, o las escuelas de negocios. Es por eso que la elección de una universidad, teniendo en cuenta que se trata de una inversión importante (hablaremos de esto después), debe hacerse con mucho criterio y valorando todo tipo de factores, no solo el académico o el de ranking. Lo más importante es encontrar el lugar idóneo para el estudiante, un espacio en el que se sienta una parte integral de la comunidad y un lugar que le motive a encontrar la mejor versión de si mismo.

2. El Perfil Del Estudiante

El sistema de educación superior de EEUU no tiene mucho que ver con el que nos encontraremos en países europeos, por ejemplo. Mientras que en España o Italia, los estudiantes deben tomar un examen estatal y con la nota podrán después elegir su carrera; en EEUU la cosa es mucho más compleja y la nota es solo uno de los factores que se tendrán en cuenta. La mayoría de las universidades busca un estudiante well-rounded que tenga buenas notas, pero que también tenga una vida interesante y plena fuera de las aulas. Las actividades extracurriculares, las de voluntariado, así como las internships o los trabajos de verano son una parte esencial a la hora de valorar al candidato. Por ello, es muy importante prepararse, no sólo académicamente, sino fuera del ámbito de la escuela. Un estudiante brillante que no haga nada más que estudiar, tendrá pocas oportunidades de sobresalir en un entorno en el que todos sus compañeros tienen trabajos, son deportistas o dedican mucho tiempo a sus fundaciones o clubes. Recordemos que la experiencia del college estadounidense va más allá de las clases, que ocupan sólo una parte del día, para incluir toda una suerte de actividades paralelas que ayudan a los estudiantes a adquirir experiencia y desarrollarse en aspectos menos académicos que les preparan para el mundo laboral.

Si quieres ser un candidato ideal, recuerda que lo que haces fuera del aula cuenta igual o incluso a veces más. Busca actividades que tienen significado para ti y que te enriquezcan de un modo u otro. Planea hacer algo interesante con tu verano, busca un trabajo, colaboración, o beca; quizás un campamento especializado en la carrera de tus sueños. Busca, sobre todo, adquirir las destrezas que te harán destacar en las áreas que te interesan.

3. Un Buen Fit

Lo bueno de tener tantas instituciones donde elegir, es que podrás encontrar un lugar que se ajusta, casi a medida, a tus necesidades y expectativas. Al margen de las top 20, de las que todo el mundo habla, hay también cientos de universidades y colleges con educación de primer nivel. Lo malo: que las tienes que encontrar y eso puede ser un arduo trabajo. Pero lo importante, siempre, es tener una lista de prioridades y no dejarse llevar por la fama que una escuela pueda tener. Un buen ejemplo: ¿te gusta el frío y estar en un lugar en el medio de la nada con otros 2000 estudiante y poco que hacer fuera del campus? Si la respuesta es no, no pongas en tu lista Williams o Colby College, porque están en sitios fríos en los que hay poco o nada que hacer fuera de la escuela. Sin embargo, son dos de los colleges más prestigiosos del país, con acceptance rates de tan solo 8%. Pero os aseguramos que, si no te gusta el frío ni vivir en una ciudad de menos de 3000 habitantes, estos dos lugares no son para ti.

Los rankings y el prestigio no deberían condicionarte a encontrar el lugar en el que verdaderamente puedes desarrollar tus capacidades plenamente. Los valores a tener en cuenta a la hora de valorar una institución deben ser tangibles y estar claramente especificados: acceso a internships y becas, porcentaje de estudiantes que consiguen trabajo nada mas terminar la carrera, salario medio para un recién graduado, media de estudiantes que se gradúan en cuatro años. Estos datos te dicen, de verdad, cuán eficiente es una institución a la hora de preparar a sus alumnos.

Y a la hora de elegir, con estos factores en mano, vienen otros que son más subjetivos pero igualmente importantes. La geografía, el clima, la cultura del campus, la orientación política (sí, hay de todo, tanto liberales como más conservadoras, puedes encontrar un lugar políticamente afín, sea cual sea tu orientación), o el acceso a recursos son aspectos que puedes filtrar para dar con la “universidad de tus sueños” o al menos una en la que te sentirás como en casa. Toma tu tiempo para elegir, un buen fit es el verdadero secreto del éxito. No lo subestimes. Cualquier cosa no vale, aunque sea Harvard, Yale o NYU.

4. Costo y Financiación

Seguro que en tus búsquedas de Google has tropezado con compañías que se promocionan con un “consigue tu beca para estudiar en EEUU”. Desconfía. A menos que seas un deportista serio, y que te fichen de un equipo de la liga I o II (lee este post al respecto), lo de conseguir una beca de estudios es mucho más complejo y con un montón de matices que hay que explicar cuidadosamente y, sobre todo, tener en cuenta a la hora de las solicitudes.

Empecemos por el coste medio de matrícula: en una institución privada ronda los 32.000€, mientras que en una pública está en torno a los 21.000€. A esto hay que añadirle los costos de transporte (3000 aproximadamente), alojamiento (unos 12.000), libros (2000) y gastos personales varios (3000). Es decir, entre 40.000 y 50.000€ calculando por lo bajo. Este es el denominado sticker price, que es verdad que solo los muy ricos van a pagar, ya que en EEUU hay todo un sistema de becas y préstamos para financiarse los estudios sin arruinarse.

Los préstamos de estudios son financiados en su mayoría por el gobierno y sólo están disponibles para ciudadanos estadounidenses. Las universidades, por su parte, disponen de diversos tipos de financial aid. Las hay need-based que dan becas a sus estudiantes en base a la renta de su familia; dentro de esta categoría están los unicornios de la financial aid que meet full need, es decir, te lo pagan todo (son muy pocas, pero al contrario que los unicornios, ¡sí existen!). Luego están las merit-based que son becas basadas en los méritos de sus estudiantes. Al margen de estas dos distinciones, las universidades, a la hora de seleccionar a sus candidatos, pueden también dividirse en need-blind o need-aware. Las primeras no tienen en cuenta las finanzas familiares a la hora de aceptar alumnos y las segundas sí. Desafortunadamente, no hay muchas instituciones que sean need-blind para estudiantes internacionales: Massachusetts Institute of Technology (MIT), Harvard University, Princeton University, Yale University y Amherst College.

En resumen, el mito de una beca al 100% es prácticamente sólo eso: un mito. Pero también es cierto que casi todos los estudiantes, de un modo u otro, reciben algún tipo de ayuda. Aquí puedes encontrar la lista de algunas universidades con financial aid para internacionales. Como verás, no muchas ofrece el 100% y todas (menos las cinco arriba mencionadas) son need-aware.

No podemos, ni queremos, justificar los altos costos de la universidad en EEUU; pero si que nos gustaría enfatizar algo que los estadounidenses interiorizaron hace mucho tiempo ya: los estudios universitarios son una inversión de futuro y es un dinero que merece la pena gastarse. Para poner esta idea en perspectiva, aquí van unos datos: un recién graduado tarda unos tres meses en encontrar un trabajo y su salario medio está en torno a los 50.000$ durante el primer año; en muchas profesiones el sueldo base llega hasta los 85.000$; y después de diez años la cifra media llega a los 130.000$, ¡nada mal para una persona de unos 32 años!

5. Las Solicitudes y el Timeline

Y llegado a este punto, si ya tienes clara tu lista de universidades, te has preparado concienzudamente dentro y fuera de las aulas, y has reunido ahorros suficiente para cubrir las bases, es el momento de comenzar tus solicitudes. Seguramente, muchas las harás a través de la CommonApp, y casi para todas necesitarás: un personal statement, la lista de actividades, la lista de méritos y logros y, finalmente, unas cartas de recomendación de tus profesores. En algunos casos, según la universidad, tendrás que escribir algún supplemental essay en los que tendrás que responder a preguntas más específicas.

¿Pero cuándo comienza la application season? Pues depende. Generalmente hay dos o tres tipos de fecha límite dependiendo del tipo de solicitud. Early action, es lo que podríamos considerar una solicitud anticipada que demuestra tu interés en una escuela. Se pueden solicitar tantas escuelas como quieras en EA, la fecha límite es el primero de noviembre. Early Decision, es una única solicitud a X University por la cual, si eres admitido te comprometes a matricularte en la misma. Sólo se puede solicitar a una escuela y, generalmente, sólo se hace si tienes muy claro que dicha institución es tu absoluta prioridad. Finalmente, tenemos la regular decision, con fecha límite a primeros de enero. Nosotros siempre aconsejamos a nuestros los estudiante que soliciten EA (o ED) porque así demuestran un interés más claro a las universidades, además de recibir sus respuestas mucho antes.

Independientemente del tipo de solicitud, es importante comenzar este proceso con tiempo. Para prepararse como candidato, con buenas notas y extracurriculares hay que comenzar ya al inicio del bachillerato, si no antes. Para preparar la lista, lo mejor es tomarse entre seis meses y un año, y tener suficiente tiempo para explorar todas las opciones. Finalmente, como en torno a siete u ocho meses antes de la fecha límite (como en marzo-abril), comenzar a preparar la solicitud en sí, dedicándole mucho tiempo y cuidado al personal statement y recordando pedir con tiempo las cartas de recomendación (en mayo como muy tarde), sin olvidar trabajar lo suficiente en la redacción de la lista de actividades.

En resumen, el sistema universitario estadounidense es muy diverso del español. Desde el tipo de instituciones, al estilo académico, pasando por los costes, es todo un universo alternativo en el que se entiende la educación como una experiencia no sólo académica sino de formación del individuo como persona y miembro de la sociedad. Una vivencia única que te marcará de por vida y te hará ver el mundo desde otro prisma. Recuerda que, aunque el proceso de selección puede plantear ciertos desafíos y dificultades, la experiencia puede ser tan gratificante que todo el esfuerzo habrá valido la pena.

Esperamos que en este blog hayas aprendido un poco sobre los pasos y elementos más importantes de la misma. Si tienes la ilusión de cursar un grado en EEUU, go for it!